Distinguir la Tristeza Profunda de la Depresión Permanente
Nuestra mente se forma por piezas estratégicamente encajadas que conforman la unidad que le da forma, color y tono a nuestras actitudes y comportamientos. En ocasiones, situaciones en nuestra vida hacen que se fragmente el delicado cristal que las cubre. Enfermedades del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad, pueden lograr este efecto. Síntomas como el llanto fácil, el afecto triste, y las ideas de desesperanza o muerte acompañan con frecuencia estos diagnósticos. Sin embargo, hay ocasiones en las que no es extraño sentir estas emociones, por lo tanto, si se experimenta algún comportamiento atípico o una tristeza profunda por perder a un familiar, relación, o nuevas circunstancias de la vida (cambios de ciudad, cambios de trabajo, la llegada de un nuevo miembro a la familia), no se debe dar por cierto que se tiene una enfermedad mental sin embargo si permanecemos mucho tiempo en duelo, afectaremos nuestra salud mental a tal grado que estados transitorios se configurarán en episodios crónicos
Estas alteraciones son difíciles de identificar al inicio, pero con el tiempo es la familia y amigos los que identifican inicialmente los signos de depresión por general la persona con depresión no se percibe a el mismo como una persona enferma esta es la razón que la depresión puede llegar a ser incapacitante e incluso llevar a la muerte si no es tratada a tiempo

Signos de depresión
- Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días.
- Disminución marcada del interés o placer en todas o casi todas las actividades la mayor parte del día, casi todos los días.
- Pérdida o ganancia importante de peso sin hacer dieta, o disminución o aumento en el apetito casi todos los días.
- No dormir o dormir mucho casi todos los días.
- Estar agitado o muy lento observable por otras personas, no solamente sensación de estarlo
- Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.
- Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva o inapropiada (que puede ser delirante) casi todos los días.
- Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi todos los días.
- Pensamientos recurrentes de muerte (no solo miedo a morir), ideación suicida sin un plan específico, un intento de suicidio o un plan específico para cometer suicidio.
Es difícil encajar en cualquier espacio presentando uno o varios signos de depresión sobre todo porque para las demás personas puede resultar incompresible que una persona siempre este llorando, lento irritable o triste entre otras cosas. Algunas personas tienden alejarse o evitar la interacción con personas “como estas “aun conociendo el antecedente de esta alteración mental
Teniendo claro que la actitud y emociones de alguien con depresión no siempre son entendidas por todas las personas, podemos imaginar la situación de las personas del círculo cercano o que conviven con alguien depresivo es difícil y pone a prueba la paciencia de amigos y familiares, sin embargo, es esta red de apoyo el pilar fundamental del manejo ya sea con medicamentos o con psicoterapia
Asistir a este especialista nos pone en el contexto de una enfermedad como cualquier otra (hipertensión arterial, problemas de colesterol, diabetes); así que hay que alejarnos de los prejuicios de pensar que solo los “locos” van al psiquiatra y preparar nuestro cuerpo y corazón para retomar el control de nuestros sentimientos, afrontando toda situación que pueda empeorar nuestra enfermedad porque los problemas, de seguro, seguirán, pero la manera de vivirlos será lo diferente.
La red de apoyo puede verse afectada en su salud mental ya la que los cambios de ese tipo conllevan procesos de adaptación que generan estrés, ansiedad frustración frente a nuevas tareas que van desde cosas tan simples como recordar la toma del medicamento hasta situaciones complejas como estar pendiente de nuestro familiar para que no intente suicidarse, estas situaciones ponen a prueba la salud mental de la persona más cuerda pudiendo sumar la tristeza de otra persona al ambiente, otro caso es cuando la red de apoyo actúa como un refuerzo negativo revictimizando y culpando de la depresión a un pensamiento negativo o a “no poner de su parte” a la persona que padece de la alteración mental cuando puede que estas actitudes no sean más que signos y síntomas de la propia depresión.
Qué hacer?
- Buscar Ayuda Profesional:
- Es fundamental consultar a un psicólogo o psiquiatra. Ellos pueden ofrecer diagnósticos precisos y tratamientos adecuados, como terapia cognitivo-conductual (TCC) o medicación, si es necesario.
- Establecer una Rutina Diaria:
- Tener una rutina puede proporcionar estructura y propósito, ayudando a reducir los sentimientos de caos y desorganización que a menudo acompañan a la depresión.
- Ejercicio Regular:
- La actividad física regular puede mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de depresión. Incluso una caminata diaria de 30 minutos puede ser beneficiosa.
- Alimentación Saludable:
- Una dieta equilibrada y nutritiva puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo. Evitar el consumo excesivo de azúcares y grasas saturadas.
- Dormir Bien:
- Mantener una higiene del sueño adecuada es crucial. Intentar ir a la cama y despertar a la misma hora todos los días, y asegurarse de que el ambiente de sueño sea confortable y libre de distracciones.
- Evitar el Alcohol y las Drogas:
- El consumo de estas sustancias puede agravar los síntomas de la depresión y interferir con el tratamiento.
- Técnicas de Relajación:
- Practicar técnicas como la meditación, el yoga o la respiración profunda puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional.